Nuestra integridad vale tan poco, pero es todo cuanto realmente tenemos. Es el último centímetro que queda de nosotros. Si salvaguárdamos ese centímetro somos libres.
Nuestra integridad vale tan poco, pero es todo cuanto realmente tenemos. Es el último centímetro que queda de nosotros. Si salvaguárdamos ese centímetro somos libres.